sábado, 15 de marzo de 2008

LA GERENCIA DE LO PUBLICO

Publicado en el Diario del Otún en Marzo 1 de 2008.
Lo primero que debe entender un Gerente Público es que se le ha escogido para administrar activos que son propiedad de la comunidad, que no es dueño, ni hace dueño a los que elige para acompañarlo y que no solo representa a los sectores políticos que lo hicieron elegir.

La credibilidad de su administración se establece en el balance que logre entre la independencia y buen juicio de sus decisiones, la escogencia del equipo que lo acompañe, el control de las expectativas de sus mentores y el apoyo social de su gestión.

Suponiendo que este Gerente entiende claramente que administra un bien público, se espera que además cuente con la suficiente preparación académica, experiencia, liderazgo, capacidad administrativa y que tenga lo que los estudiosos del comportamiento humano llaman inteligencia emocional. Este ultimo componente en administrador público se conoce como el Sentido Social y resulta ser la cualidad o competencia (como la llaman los pedagogos) más importante, porque es el que le permite articular socialmente a su administración.

La existencia del sentido social le garantiza una comprensión sensible de entorno, el uso del respeto, la tolerancia y el reconocimiento de la dignidad de todos los individuos, que hacen parte del colectivo social. Este sentido lo mueve a interesarse por los demás, a percibir y ejecutar prontamente aquello que sirve mejor al bien común, comprendiendo el valor solemne de cualquiera de sus decisiones. El administrador público deberá entrever el sentido social de cada uno de sus actos, sin menospreciar ninguna de sus consecuencias, incluyendo el máximo de actores posibles, de manera que se pueda contar con un amplio consenso. Entre más alto sea el consenso de que se hace lo correcto, más fuerza y mejor ambiente tendrán las decisiones adoptadas.

Por ejemplo, los Alcaldes, a través de los secretarios de gobierno tienen la responsabilidad de recuperar el espacio público. El sentido social les permite lograr el resultado esperado, sin llegar al maltrato y al atropello, incluyendo en la solución a todos los actores sociales y generando modelos para su manejo futuro.

Supongamos que el Gerente Publico tiene todas las cualidades o competencias y que además cuentas con el sentido social que describo. ¿Tiene garantía de éxito? No, porque tiene limitada su autonomía a la hora de armar su equipo de colaboradores.
Rodearse bien, es prácticamente imposible. Es necesario darles participación a los miembros de los equipos que ayudaron en la campaña o a los aliados que resultaron necesarios posteriormente. Las divisiones Administrativas en el sector público no hacen una selección rigurosa del personal, ni pruebas sicológicas o sicotécnicas, ni análisis de perfil, solo acomodan a los elegidos y en ocasiones hasta les toca cambian los perfiles de los cargos.

Como si fuera poco, a diferencia de la empresa privada, donde lo máximo que le pasa a un gerente es que lo echen sin justa causa, el Gerente Público debe enfrentar la responsabilidad Jurídica de sus actuaciones. Debe responder ante la personería, la contraloría, la defensoría del pueblo, la procuraduría y la fiscalía. A los Gerentes Públicos siempre les hacen investigaciones, haya denuncia o no y para defenderse hay que contratar un abogado, que no es barato y cuyo costo corre por cuenta propia.

Se debe tener buenas relaciones con los medios periodísticos, los comuneros, los presidentes de juntas comunales, los concejales, diputados, los representantes y senadores, con los gremios y en general, con todo el que tenga algo de poder o influencia política. Y si cuentan con todas las competencias, el sentido social, son buenos relacionistas públicos y pueden armar un buen equipo, todavía le queda lidiar con algunos personajes que no faltan en nuestras tierras y que le encontraron sentido a la vida oponiéndose a todo porque si.

El reto no es fácil y los resultados, por todas estas condiciones, son inciertos. Sin embargo siempre hay quienes estén dispuestos a correr los riesgos y su premio será, si les va bien, la satisfacción del deber cumplido y la certeza de que el presente de la empresa que se le asignbien que administró es mucho mejor que como en el pasado lo recibió. Activo

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