Publicado en el Diario del Otún en Marzo 1 de 2008.
Los tiempos cuando los avalúos catastrales sobre los que pagamos impuestos eran muy inferiores a los avalúos comerciales son historia antigua, inclusive muchos contribuyentes consideran que estos avalúos son superiores al valor de sus propiedades.
Para completar este triste panorama, la ley ordena que como máximo cada 5 años se realice la actualización catastral de los predios existentes y la formación catastral de los nuevos. La última se realizó en el 2003 y como no hay plazo que no se cumpla, nos llegó la hora.
La teoría tributaria señala que el valor del impuesto a pagar debe evolucionar en correspondencia a la riqueza de los propietarios. La teoría seria totalmente correcta si la norma general fuera que los avalúos estuvieran ajustados a la realidad, cosa que no sucede en Pereira. La Administración Municipal debería aprovechar esta oportunidad para acabar con las desigualdades e injusticias. Los contribuyentes, además de hacer el esfuerzo de pagar y cumplirle a la ciudad, esperan, sin excepción, que todos paguen lo justo.
Pero, ¿Son equitativos los avalúos actuales? En los últimos 5 años los Avalúos de los predios urbanos se han incrementado año a año aplicando un valor fijado por Planeación Nacional. Este incremento ya suma para el 2008 el 23.33% en los predios urbanos y el 15.91% en los rurales. Por ejemplo, si en el 2003 se pagaba predial por una propiedad urbana sobre un avaluó de 100 millones, hoy se paga sobre uno de 123 millones. Entonces, ¿Es el incremento aplicado en el avaluó igual al incremento en el valor real de la propiedad? En predios construidos antes del 2003, con naturales excepciones, seguramente no y seria una injusticia incrementarlos aún más.
Los que si van a sufrir el ajuste, son los propietarios de inmuebles comprados con posterioridad al 2003, porque por lo general el avaluó comercial actual es mayor a su avaluó catastral, acentuándose la diferencia en el sector rural de estrato 6, como condominios y fincas de recreo.
Los nuevos avalúos deben ser acordes a las verdaderas condiciones económicas y sociales que afectan particularmente a cada lugar de la ciudad. Preocupa que la metodología usada por el IGAC solo tenga en cuenta variables que agregan valor a la propiedad y no considere variables socioeconómicas como la inseguridad o el deterioro del entorno.
La Administración Municipal debe disponer desde ya de una oficina de atención, para que Los contribuyentes puedan conocer la metodología con que se van a fijar los nuevos avalúos y puedan hacer valer sus derechos a la hora de presentarse algún incremento exagerado. El contribuyente no puede quedar en desventaja ante el Estado al momento que necesite reclamar.
Esta labor será realizada por El Instituto Geográfico “Agustín Codazzi” (IGAC), como ente rector en materia catastral. El costo de esta actualización para Pereira se tasó en $5.500 millones de pesos, de los cuales el IGAC aporta $2000 millones y el Municipio $3.500 millones. Sin embargo, el Municipio debiera asumir mucho menos, como sucede en el resto del País, donde las Corporaciones Regionales aportan entre el 20% y el 30% del costo total. No es aceptable que Pereira le entregue cada año a la CARDER el 15% del predial recaudado ($ 5.600 millones en el 2006 y cerca de $ 6.500 millones en el 2007) y que esta no asuma responsabilidad en los costos.
Con todo, acatando la ley, y no por otra razón, el Municipio asumió su responsabilidad y dio inicio a los trámites necesarios para realizar este año la actualización. Solo nos queda estar atentos a su desarrollo, exigir claridad en los procedimientos, estar alerta para defenderse de los abusos e injusticias y ahorrar para el año entrante, cuando los nuevos avaluós estén en firme.
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